Si has visto el segundo capítulo de la cuarta temporada de 'Glee', titulado hábilmente 'Britney 2.0', habrás visto la gran diferencia respecto al primer episodio homenaje, hace ya 2 años.
En 2010, 'Britney/Brittany' fue un capítulo vapuleado por la crítica pero adorado por los fans: recordaron momentos y hits como '...Baby One More Time', 'I'm a Slave 4 U', 'Me Against The Music', e incluso contaron con un par de cameos de la mismísima Britney. En esta ocasión Britney no estaba, y quizá por eso se atrevieron a adentrarse en un terreno algo peligroso: el del meltdown de 2007. Brittany, que ahora es famosa en el instituto, se crece y empieza a pasar de todo. La escena más divertida de todo el capítulo es cuando los reporteros del periódico de la escuela le increpan por su actitud y ella les da una paliza, con su sudadera y paraguas verde en mano.
El problema llega con 'Gimme More'. Recrearon la actuación de los VMA de 2007, dejando claro que haría playback, comiendo Cheetos y bailando como lo hizo la verdadera Britney hace ya 5 años. Esta actuación no ha sentado bien ni a los fans ni a la misma Britney, que en esta ocasión no ha querido twitear en apoyo al capítulo.
Nuestra opinión es que Ryan Murphy es un fan de Britney hasta la muerte, pero que considera que ser fan no es complacer al artista, sino saber ser crítico, y mostró esa parte oscura y siniestra de la carrera de Spears para que ella misma revisite sus demonios y recapacite sobre lo que hizo. Hay que tener en cuenta que (spoiler alert) al final Brittany se recupera y ya se encarga de dejar claro que Britney también lo hizo con 'Circus' y lanzó un disco genial y ahora está en 'X Factor'.
Los fans de Britney, como ella, han tenido que aguantar de todo, así que es bastante sorprendente la polémica creada por el capítulo. ¿Quizá estamos blindando a Britney Spears? ¿Deberían tanto ella como sus fans aprender a ser un poco más autocríticos? Lo que está claro es que, haga lo que haga, el mundo se mueve a su alrededor. Aquí tienes la polémica actuación:
Dejando de lado aquel trágico episodio en el que se rapó su cabellera al cero, la cantante Britney Spears se ha caracterizado siempre por mantener un estilo más bien parejo y lejano a la innovación.
Ahora, en su nueva faceta como jurado del programa de talento “X Factor”, la cantante ha decidido integrar un pequeño cambio a su clásica y larga cabellera rubia que la acompaña desde la época de “Baby One More Time”.
En el escenario del “iHeartRadio Music Festival” que se realizó este fin de semana debutó un set de extensiones de colores que le dan un aire más juvenil a su apariencia. La idea “capilar” estuvo influenciada evidentemente por su compañera en el espacio de talento, Demi Lovato, quién también ha exhibido ese estilo en las grabaciones del programa.
Su eterna rival, Christina Aguilera, también fue contagiada por esta moda luciendo en algunas apariciones con tonos de varios colores en su cabeza y hasta las usó en la grabación de su próximo video.
Lady Gaga, a raíz de los comentarios sobre su aumento de peso en los últimos meses, publicó en la red social Little Monsters una imagen suya en ropa interior junto con un pie que dice- "Bulimia y anorexia desde los quince años".
Además, la siempre polémica artista estadounidense, que ha ganado peso, según ella, gracias a una dieta de "pizza y pasta", ha añadido otras fotos de su cuerpo realizadas desde diversos ángulos, acompañadas de otro mensaje.
"Hoy me uno a la revolución del cuerpo -ha dicho en el mismo-. Para inspirar valor y generar algo de maldita compasión".
La revelación de Gaga se produce después de que algunos medios se hicieran eco de una supuesta petición de su discográfica para que se pusiera a dieta, al hacerse patente que la cantante de "Poker Face" necesitaba renovar el vestuario de su actual gira para adaptarlo a sus medidas actuales.
Un representante de la compañía ha negado a la revista británica NME que le hicieran esta sugerencia, porque se trata de una "tontería".
Los problemas de Lady Gaga con la comida parecen venir de lejos. Ella misma contó en febrero que había sufrido desórdenes alimenticios, entre ellos bulimia, que superó para poder salvar su voz.
"En el instituto quería ser una estilizada y pequeña bailarina, pero en realidad era una pequeña y voluptuosa chica italiana a la que su padre alimentaba cada noche con albóndigas", declaró entonces.
